En la educación de nuestros hijos, uno de los puntos más importantes es enseñarles a ser independientes. Muchos padres, sin darse cuenta acaban sobreprotegiendo a sus hijos, desembocando en individuos tímidos, inseguros y con problemas para desenvolverse solos y relacionarse. Por ello hemos de fomentar la autonomía e independencia de los niños desde edades tempranas, lo cual contribuirá a desarrollar su personalidad aumentando a su vez la autoestima.
Enseñarles a ser independientes es una tarea difícil y puede que nos dé pereza. Hay padres que se anticipan a las acciones de los niños porque creen que no tienen capacidad de realizar las cosas por sí mismos, por evitar que se lastimen, por comodidad para conseguir los resultados rápidamente o porque no confían en la capacidad de reacción de sus hijos. Pero créeme, en un futuro es algo que les beneficiará en gran medida y nosotros lo agradeceremos también.
Comencemos por las pequeñas actividades diarias que han de desarrollar en casa, en la guardería o el colegio. Recoger los juguetes, colocar las cosas en su sitio, vestirse y desvestirse, comer solos, ir al baño, ayudar a poner la mesa, así se sentirán partícipes dentro de su familia o con sus amigos. Ten en cuenta que ellos quieren crecer y demostrar que son mayores.
No olvidemos que cada niño crece a su ritmo y cada uno tiene diferentes habilidades, por lo que debemos tener en cuenta que al desarrollar capacidades de forma distinta los resultados nunca van a ser los mismos en todos los niños. Debemos valorar primeramente las capacidades de particulares y adaptarnos a ellas para ayudarles en su justa medida.
Nosotros vamos a estar ahí para asistirles en el momento que realmente lo necesiten, pero debemos darles la oportunidad de equivocarse, acertar y fallar, y que sean ellos los que tomen la decisión de cómo realizar las acciones (siempre dentro de unas directrices).
Para llevar a cabo esta labor, te detallo unos consejos para educar niños autónomos:
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Es necesario adoptar una actitud menos protectora, permanecer en segundo plano cerca o en la distancia para ayudarles en el momento que lo necesiten, pero siempre dejándoles hacer las cosas por sí solos.
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Responsabilidad. Los niños deben conocer las consecuencias de sus actos, tanto positivas como negativas, y saber que equivocarse no es malo, sino que es necesario y es una forma más de aprender.
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El valor del esfuerzo. Hay que enseñarles a saber que todo esfuerzo tiene su recompensa, y por tanto no hay recompensa sin esfuerzo. Es negativo proporcionarles todo lo que piden, así nunca van a valorar lo que tienen.
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Déjalos ser. En la vida hay etapas difíciles y tienen aprender a afrontarlas, no podemos hacerlo por ellos. Debemos dejarlos resolver sus conflictos.
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